Posts from 2020-05-06

Perfil del Representante del Colegio San Ignacio

EN EL SER:

• Si queremos alumnos libres, autónomos y responsables, necesitamos padres:

Promotores en el hogar y en la escuela de la libertad como valor fundamental en el proceso formativo de sus hijos; participantes en las oportunidades para el discernimiento y la deliberación en la toma de decisiones responsables.Respetuosos de las normas y procedimientos expresados en los Reglamentos de disciplina y convivencia; contrarios a la mentira y el engaño, al excesivo paternalismo, al autoritarismo y a la permisividad.

• Si queremos alumnos capaces de asumir los valores que dan sentido a la vida  en democracia, necesitamos padres:

Defensores de los valores de la vida, de la auténtica participación democrática en las organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos, activos en el fortalecimiento de comunidades solidarias y participantes en la Sociedad Ignaciana de Padres y Representantes (SIPRE) y en las comisiones y asambleas que se organicen en función del Proyecto Educativo del Colegio San Ignacio, (PECSI).

• Si queremos alumnos dispuestos a desarrollar los talentos dados por Dios para alcanzar la excelencia, necesitamos padres:

Con presencia responsable y permanente en el proceso de formación de sus hijos, conocedores de las tendencias y prácticas adecuadas para la evolución de las habilidades, destrezas y técnicas necesarias para responder a las demandas del mundo social, político y cultural de nuestros tiempos.           • Si queremos alumnos comprometidos con la justicia que se deriva de su fe, necesitamos padres:

Eficaces colaboradores en el proceso de formación de sus representados en función de los valores de la religión católica, dando singular importancia a las celebraciones de la Iglesia y al sentido de pertenencia a la misma a favor de la justicia , el amor y la paz; defensores de la institución familiar como núcleo central de la formación humana y cristiana y fuente permanente de apoyo y participación en el Proyecto Educativo del Colegio, (PECSI).

EN EL SABER:

• Si queremos que nuestros jóvenes desarrollen al máximo los talentos dados por Dios, necesitamos padres:

Que acompañen a sus hijos en el proceso educativo apoyando los proyectos pedagógicos propuestos por el colegio y las actividades que complementan su desarrollo integral (celebraciones religiosas, acción social y pastoral, actividades deportivas, culturales y sociales), que estén conscientes de la responsabilidad de suministrar las condiciones y recursos mínimos para un desarrollo armónico de sus talentos y personalidad.

• Si queremos que nuestros jóvenes conozcan los procesos básicos del pensamiento, necesitamos padres: Que reflexionen con sus hijos acerca de la necesidad de identificar cuáles son los procesos del pensamiento y cómo pueden ser utilizados para favorecer el aprendizaje, tomando en cuenta su desarrollo evolutivo y las características propias de su intelecto. 

• Si queremos que nuestros jóvenes conozcan la realidad político social en la cual se desarrollan, necesitamos padres:

Que se interesen por el acontecer de la vida nacional e internacional y susciten oportunidades de conversación con sus hijos acerca de la problemática político social en la cual estamos inmersos, dialogando y reflexionado en forma objetiva y amena, según sea al nivel  de desarrollo en el cual se encuentran, permitiendo identificar las situaciones de injusticia y exclusión social.

• Si  queremos  que  nuestros  hijos  conozcan  los  valores  fundamentales  de           nuestra religión católica, necesitamos padres:

Que ofrezcan oportunidades donde se puedan identificar y apreciar los valores de Fe, Justicia, Paz, Amor y Libertad y que practiquen esos mismos valores en el hogar, en el trabajo y en su vida religiosa, social y profesional.

• Si queremos jóvenes que se conozcan a sí mismos, necesitamos padres:

Atentos al desarrollo físico y mental de sus hijos, que comprendan las diversas circunstancias que atravesarán a lo largo de su crecimiento para garantizarles un aprendizaje experiencial favorable a su desarrollo armónico. Asimismo, que conozcan el ambiente en el cual se desenvuelven sus hijos para resguardar un sano desarrollo social y personal. 

• Si  queremos  que  nuestros  jóvenes  conozcan  la vida pública, necesitamos         padres:

Que participen activamente en lo público a través de las asociaciones que promueven una sociedad civil justa y democrática, que promuevan la solidaridad y el valor que representa el servicio a los demás a través de la Fe y la promoción de la Justicia; que dialoguen con sus hijos acerca de cómo está conformada nuestra sociedad civil y gubernamental y sobre la necesaria participación que debemos tener en el desarrollo de la vida social y política a favor de los más necesitados (pobres y excluidos); que conozcan la constitución y las leyes que rigen los destinos de la Nación.

EN EL VIVIR:

• Si  queremos  que nuestros  jóvenes tengan  a Cristo   como modelo  de vida humana, necesitamos padres:

Dispuestos a asumir un modelaje permanente destacando los valores fundamentales de nuestra religión católica; que vivan el sacramento del matrimonio en forma continua como un proceso de identidad con el Dios Cristiano, siendo su imagen y semejanza. Necesitamos padres que participen con sus hijos, en las celebraciones de nuestra religión, y los enseñen a orar y a recibir los sacramentos, como elementos de identidad y pertenencia a la comunidad de la Iglesia católica.

• Si  queremos que  nuestros jóvenes  tomen  como opción  fundamental  a los pobres y excluidos, necesitamos padres:

Que privilegien el servicio a los demás, fundamentalmente a los pobres y excluidos como demostración de Fe y promoción de la Justicia, compartiendo, en lo posible, sus condiciones de vida para hacerlos protagonistas en  la sociedad y en la Iglesia, conscientes de la importancia de la solidaridad y  de la vida comunitaria.

• Si  queremos  que  nuestros jóvenes utilicen al máximo su desarrollo físico y   mental, necesitamos padres:

Que estimulen a sus hijos para que asuman el estudio con dedicación y comprendan que el mismo es la base de la excelencia para estar al servicio efectivo de quienes nos necesitan.

Que orienten a sus hijos para asumir un liderazgo basado en la formalidad, el respeto, la libertad y en el conocimiento previo del contexto en el cual se desarrollan.

Que estimulen a sus hijos a participar en las actividades deportivas y en las organizaciones estudiantiles (CEL, CESI, Banda, EDASI).

• Si  queremos  que  nuestros  jóvenes  utilicen  el  diálogo   como  una   forma efectiva de comunicación, necesitamos padres:

Que mantengan una actitud de diálogo y deliberación tanto en la familia como dentro de la Comunidad Educativa, generando respeto, apoyo y colaboración para con los docentes, empleados y obreros.

Que adopten una actitud de solidaridad con las decisiones que se tomen en el Colegio, reflexionando con sus hijos acerca del diálogo como herramienta fundamental en la resolución de situaciones de discrepancia que se puedan presentar en nuestros ambientes de vida.

Que  destaquen la importancia de asumir las  responsabilidades que nos corresponden en la vida para ser más autónomos y libres.

Que asistan y participen en las reuniones que el Colegio convoque aportando ideas que puedan fortalecer nuestro Proyecto Educativo.

Que asistan y participen eficazmente en las diversas actividades que programe la comunidad, en especial las relacionadas con lo pastoral, académico, deportivo, cultural y social.

• Si  queremos que nuestros jóvenes  participen  activamente  en experiencias  de fe cristiana, necesitamos padres:

Que orienten a sus hijos hacia la Fe que se deriva de la Oración, La Eucaristía y los Ejercicios Espirituales a la manera de San Ignacio de Loyola y que asistan, junto con sus hijos a las celebraciones de la Iglesia y estimulen a su participación en los eventos de la pastoral colegial (retiros, convivencias, pasantías, encuentros con otros ambientes y culturas).

SIPRE
Perfil del Docente del Colegio San Ignacio

EN EL SER:

• Si queremos alumnos libres, autónomos y responsables, necesitamos docentes:

Respetuosos de las normas y procedimientos expresados en el Reglamento de Convivencia Escolar, combatientes de la mentira y el engaño, evitando el excesivo proteccionismo, autoritarismo y permisibilidad.

Promotores del diálogo, el discernimiento y la deliberación como herramientas fundamentales para la convivencia social.

Promotores de la libertad como valor fundamental en la toma de decisiones autónomas y responsables.

• Si queremos alumnos capaces de asumir los valores que dan sentido a la vida en democracia , necesitamos docentes:

Líderes dentro de la Comunidad Educativa promoviendo y facilitando el cumplimiento exitoso del Proyecto Educativo.

Defensores de los valores que encierra la vida misma, de la necesaria participación en la vida pública para el fortalecimiento de comunidades solidarias.

Con una actuación firme y democrática en las organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos.

Partícipes permanentes de la vida colegial y extra colegial

• Si queremos alumnos dispuestos a alcanzar el desarrollo más completo posible de los talentos dados por Dios para alcanzar la excelencia, necesitamos docentes: 

Dispuestos a impartir una formación basada en los principios fundamentales expresados en nuestra Misión, orientando al alumno hacia su pleno desarrollo humano y académico, en busca de la excelencia

Líderes capaces de desarrollar al máximo los talentos de las personas, tratando de resaltar las cualidades positivas de los alumnos a  los cuales educa, para alcanzar la excelencia académica y humana, para generar Fe y promover la Justicia, 

Promotores del desarrollo físico, de los deportes, de las actividades culturales y de servicio a los demás.

• Si queremos  alumnos comprometidos con la justicia que se deriva de la fe, necesitamos docentes:    Creyentes en Dios y  en Jesucristo, creyentes en el amor, en el hombre, en la paz, en la solidaridad y en el servicio a los demás. Practicantes de la Religión Cristiana, defensores de la propuesta ignaciana, promotores de la Fe que se manifiesta en la justicia.    Promotores y acompañantes de los encuentros pastorales, de las convivencias y del     acercamiento a los ambientes de pobreza.

Justos y equilibrados, conscientes de la responsabilidad que encierra la labor educativa                

 

EN EL SABER:                 • Si queremos jóvenes que se conozcan a sí mismos, necesitamos docentes :    De una sólida formación religiosa, académica y profesional al servicio de la Misión, conocedores de:      -Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús, la Pedagogía Ignaciana, El Plan Apostólico de la Provincia de Venezuela 2000-2020, el Proyecto Educativo Común (PEC) y El Proyecto Educativo del Colegio San Ignacio.

-La Ley  Orgánica de Educación, su reglamento y las resoluciones ministeriales, La Ley Orgánica de Protección del Niño  y del Adolescente, (LOPNA)..

-Los reglamentos internos, el organigrama de la institución, las normas disciplinarias y el Reglamento de Convivencia Escolar.

-Los procesos fundamentales que favorecen el aprendizaje y las características evolutivas de los alumnos a su cargo.

-El manejo práctico del idioma castellano como herramienta insustituible para el pleno dominio de la comprensión, la expresión y la comunicación.

-Sus alumnos, el ambiente en el cual se desarrollan, sus aptitudes, actitudes, habilidades, capacidades y limitaciones, aficiones y  pasatiempos.  ¿Cómo es? , ¿Cómo se siente?, para favorecer su desarrollo en armonía y respeto

-Las nuevas tecnologías; las tendencias sociales, políticas y culturales;  la historia y la geografía;  los ambientes de pobreza y marginalidad.

-Su propio ser,  lo más profundo y completo posible, practicando el discernimiento y la introspección para situarse en su entorno personal, familiar, social, local y nacional.

-Los contenidos programáticos (procesos, objetivos y experiencias), así como la metodología, actividades y recursos correspondientes.

-Los elementos fundamentales de la planificación y evaluación escolar.

EN EL VIVIR:

• Si queremos que nuestros alumnos tengan a Cristo como modelo, necesitamos docentes    Que tengan como modelo a Cristo, asumiendo un modelo permanente en donde se evidencien los valores fundamentales de Libertad, Fe y Justicia, al servicio de los necesitados (pobres y excluidos).

• Si queremos que nuestros alumnos tomen como opción fundamental a los pobres y excluidos, necesitamos docentes:

Que privilegien el  servicio a los demás, fundamentalmente a los pobres y excluidos como demostración de Fe y promoción de la justicia. Compartiendo, en lo posible, sus condiciones de vida para hacerlos protagonistas  en la sociedad y en la Iglesia.Activos en labores comunitarias a favor de nuestro Proyecto Educativo para formar personas libres, autónomas y competentes. Capaces de ejercer un liderazgo a favor  de nuestra Misión .

• Si queremos que nuestros alumnos utilicen al máximo  su desarrollo físico y mental, necesitamos docentes:

Que conserven y estimulen la capacidad de asombrarse y de imaginar que las cosas pueden ser de manera distinta a como siempre han sido. Saber manejar la excepción. Todo este crecimiento en su ser intimo es el presupuesto obligado para estimular la imaginación y el poder creador del alumno.

Que activen  su capacidad de observación  para conocer con mayor claridad la personalidad del alumno, y de esta manera  poder establecer una relación con bases más ciertas de entendimiento y afinidad con nuestros muchachos y muchachas, sin que esto signifique vulnerar su privacidad.

• Si queremos que nuestros alumnos utilicen el diálogo como una forma efectiva de comunicación, necesitamos docentes que :

Pongan en  práctica permanente la justeza y la equidad con que debe llevar su relación con el alumno, debe prevalecer la orientación positiva y constructiva en el proceso formativo. El buen juicio y la mano izquierda, deben ser herramientas recurrentes para situar y considerar diferencias individuales para valorar y aplicar a cada caso toda la información de que dispongamos. Mostrarse con la suficiente confianza, apertura, flexibilidad, y sindéresis para entenderse y entender a su interlocutor.

Practiquen el cariño, la confianza, la coherencia y la convicción como supuestos  insustituibles para que el docente pueda lograr en sus alumnos una educación en valores.

Ejerzan actividades comunitarias a favor de nuestro Proyecto Educativo, para formar personas libres, autónomas, competentes y capaces de ejercer un liderazgo a favor de nuestra Misión.

Utilicen el diálogo, el discernimiento y la deliberación como formas concretas para la comunicación efectiva en nuestro entorno para la toma de decisiones compartidas y en consecuencia solidarias.

• Si queremos que nuestros alumnos participen activamente en experiencias de fe cristiana , necesitamos docentes que :   Promuevan y participen en las actividades de pastoral (Eucaristía, acompañamientos, convivencias, retiros, visitas a otros ambientes y guiaturas.)

Participen en los cursos y talleres que se programen dentro de la Institución y estar dispuestos permanentemente al mejoramiento profesional.

Participen de las actividades de acción social promovidas por el Colegio (Oscasi, Fundafesi, Misiones, Fe y Alegría)

Participen en las organizaciones estudiantiles internas  (CESI, CEL, Banda de Guerra, EDASI, Deporte Colegial),y en las actividades culturales escolares y extraescolares.   Participen en las organizaciones internas a favor del mejoramiento socioeconómico de los docentes (Caja de Ahorro, Seguro Colectivo, Fondo de Ahorro, Fondo de Retiro ).

Perfil del Antiguo Alumno del Colegio San Ignacio

Los alumnos egresados del Colegio San Ignacio deben presentar los siguientes rasgos:

EN EL SER:

  1. Personas libres autónomas y responsables: Que entiendan la libertad como el desarrollo de la capacidad de tomar decisiones a la luz de los valores que dan sentido a la vida humana y la autonomía como la capacidad de autodirigirse con un código de conducta escogido personalmente dentro de un ambiente de libertad y desarrollo moral. Deben, además, asumir responsablemente las consecuencias de sus decisiones y estar conscientes de que las mismas pueden afectarles y afectar a las personas que le rodean.
  2. Capaces de asumir los valores que dan sentido a la vida en democracia: Apoyándose en el conocimiento de sí mismos, del contexto en el cual se desarrollan, de la situación económica y social de las mayorías y del valor que encierra la vida misma para ser líderes al servicio de los demás.
  3. Deben asumir los valores de la vida ciudadana, la solidaridad social, la convivencia, el servicio a los demás, el bien común, la defensa y fortalecimiento de instituciones básicas como la familia, la sociedad, el Estado, la Iglesia.
  4. Deben tomar en cuenta los valores de la vida cristiana del humanismo y de la convivencia social afianzados en las experiencias de Fe para promover la Justicia y la Paz.
  5. Deben contribuir a la formación de comunidades solidarias, en base a una auténtica participación democrática en las organizaciones sociales de todo tipo, comenzando por su participación activa en la vida colegial, en especial en las organizaciones estudiantiles y de acción pastoral para asegurar una convivencia que nos acerque a la Misión.
  6. Estar en la disposición de lograr el desarrollo más completo posible de todos los talentos que ha recibido de Dios para alcanzar: La excelencia humana, en un marco de Educación Integral, basado en Jesús como modelo de vida que promueva el desarrollo de la persona y el bien.
  7. Comprometidos con la justicia que se deriva de su fe.

Animados a desarrollar una presencia activa a favor de los pobres y excluidos con la fuerza que se deriva del modo de proceder a la manera de Ignacio de Loyola en la Fe que fortalece a la Justicia, el Amor y la Paz.

EN EL SABER:

• Haber desarrollado, en la medida de lo posible, los talentos dados por Dios en el dominio de:

Las disciplinas básicas (humanistas, científicas y tecnológicas) desde un punto de vista crítico y reflexivo para servir más y mejor a nuestros semejantes.

• Conocer los procesos básicos del pensamiento que faciliten:

La adquisición de los aprendizajes y el desarrollo de la excelencia humana y académica.

• Conocer la realidad político social de Venezuela y el mundo de forma reflexiva y crítica para:

Tomar decisiones libres, justas y solidarias.

• Conocer los valores fundamentales de la religión católica como eje central de la formación integral para:

Incorporarlos a la vida misma, tomando como premisa fundamental la Fe que se manifiesta en la promoción de la Justicia, el Amor y la Paz.

• Conocer los elementos que favorecen el sano desarrollo físico en armonía con:Otros aspectos del proceso educativo, los programas de deporte y educación física, la competencia sana y el manejo adecuado de los resultados obtenidos en ella.

• Conocer la vida pública:Cómo funcionan los entes gubernamentales, estatales, municipales y parroquiales, en sus dimensiones económicas, políticas, sociales y culturales para ubicar formas concretas de participación democrática al servicio público.

EN EL VIVIR:

• Tener a Cristo como modelo de vida humana al servicio de los demás:Con una vida activa al servicio familiar, social, político y religioso, que se evidencie en obras como muestras de amor al prójimo.

• Tomar como opción fundamental a los pobres y excluidos:En busca de una sociedad más justa y solidaria participando como líderes comprometidos en ella y en la Iglesia.

• Utilizar al máximo su desarrollo físico y mental:Para ejercer un liderazgo a favor de los necesitados, desempeñándose responsablemente y con conocimiento pleno de la cultura y del ambiente de las personas a quienes sirve.

• Utilizar el diálogo como una forma efectiva de comunicación:Para tomar decisiones solidarias y responsables, producto del discernimiento, que permitan el acercamiento de unos a otros y logren la participación activa en una misma misión.

• Participar activamente en las experiencias de fe cristiana:Basadas en la oración, en la Eucaristía y en los Ejercicios Espirituales, según la visión de San Ignacio, y así precisar los roles a ejercer en la sociedad en que se desenvuelven.

• Libres para dar lo mejor de sí mismos:Asumiendo las responsabilidades que se generan de las acciones tomadas. Libres para trabajar con otros en pro de la felicidad de todos como fin último de la vida humana y del Reino de Dios y para desarrollar un ambiente de convivencia y respeto entre todos los miembros de la comunidad.

Historia y Futuro

Historia del Colegio

Rectores

La Historia, en este caso, cuando nos enfrentamos al reto de elaborar el Proyecto Educativo del Colegio, se comporta como un contexto global, en dos direcciones: la línea de tiempo que explaya y define el espacio donde le corresponderá  actuar y la vertical que puntualiza los hitos donde nos parece que se impone una mayor profundización para indagar en sus raíces. Tenemos de este modo establecido, desde el comienzo, esas dos realidades  para situar nuestro proyecto. Por otro lado, el macro contexto nos ofrece una serie de datos sobre nuestro origen, lo que hemos sido y su porqué. Ellos facilitarán el cumplimiento de los pasos metodológicos que nos ayuden a la consecución de una propuesta modelo plenamente ajustada a la realidad que deviene de esa historia.

La fundación del colegio tiene dos fechas que responden a dos decisiones históricas muy importantes, ellas marcan el comienzo de la historia del San Ignacio. El 16 de septiembre de 1920, el Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Wlodomiro Ledochowski, s.j. le informa a Monseñor Francisco Marchetti, Internuncio Apostólico de su Santidad en Venezuela, que acepta la fundación de un colegio modelo, en la capital del país..(1)

La segunda corresponde al 02 de julio de 1921, cuando el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Pedro Itriago Chacín, le escribe un oficio al Honorable Señor R .Bartoloni, Encargado de Negocios ad interin de la Santa Sede, en el cual “tiene a honra manifestarle a usted, que como se resolvió en reciente sesión del Gabinete, fue opinión de este Despacho que no había inconveniente legal alguno para el establecimiento en esta ciudad de un Colegio bajo la dirección de los Padres de la Compañía de Jesús”.(2)

Se repetía la especie de que ese plantel se había aprobado por una decisión unilateral del Dictador, sin pasar por la debida consideración del Gabinete o a lo más era producto de un acuerdo privado y hasta oscuro entre el General Gómez y el Arzobispo Felipe Rincón González, en agradecimiento por el suministro  de ciertos medicamentos naturales que el prelado le obsequiaba para curarle las dolencias prostáticas y  renales. De ahí la importancia de este documento.

Sin embargo, casi desde su instalación, por diferentes vías, se promovió una campaña contra la presencia de los jesuitas en Venezuela y contra la fundación del colegio. Con tales habladurías, se quería desacreditar a la Compañía de Jesús y empañar el origen del San Ignacio. Ellas se mantuvieron en la comidilla política y llegaron a oírse  hasta en el discursero de algunos constituyentes entre 1946 y 1947.

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