La Congregación de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, desde que la fundó San Josep Manyanet ayudado por M. Encarnación Colomina en 1874, ha querido y quiere dar respuesta a una de las necesidades más urgentes de todos los tiempos: La formación de familias cristianas, mediante la educación de la infancia y de la juventud educando a la vez la inteligencia y el corazón de cada uno de los alumnos.
Los más de cien años que configuran la historia de la Congregación han acrecentado nuestro patrimonio cultural y educativo y han enriquecido la forma de transmitir la identidad. Educar para la familia, en colaboración con ella y desde un ámbito de familia nos remite a Nazaret que significa y resume nuestra peculiar manera de educar. Porque en Nazaret se vivió el Evangelio antes de que se proclamase, la vitalidad de los Colegios de la Congregación nace del Evangelio, que presenta a Jesucristo como Modelo para todo ser humano y que respeta, tiene en el centro y cree en el valor de toda persona.
Los Centros Educativos de Nazaret se proponen fundamentalmente, colaborar con la familia y la sociedad en el desarrollo de la función educativa. Este colegio quiere ser y actuar como una colaboración para la formación integral y armónica de nuestros estudiantes.
1. Una labor pedagógica atenta a la identidad de cada uno, que le lleve a crecer en la verdad y en la libertad, a la vez que por su condición de miembro activo de la sociedad, se comprometa progresivamente a una voluntad decidida de acción a favor de la justicia, el bien común y la convivencia pacífica.
2. La capacitación profesional, facilitando la adquisición de las técnicas más adecuadas para el trabajo, como realización personal y aportación al progreso de la sociedad.
3. La inserción en el contexto cultural del propio país, como punto de partida para el conocimiento y valoración de una cultura más amplia.
4. Una concepción trascendente del hombre y del mundo que propone a Jesucristo como la plena realización de la persona, presentando el mensaje del Evangelio inserto en las peculiares situaciones socio-culturales, personales o de grupo y ayudando a todos y a cada uno a encontrarlo en la propia experiencia de fe.